el hotel es simplemente increíble, todo nuevo y elegante. la cama es de otro planeta, súper cómoda y te despiertas descansado. el desayuno en la terraza tiene vistas brutales y el café es de alta calidad. roland, el anfitrión, es un amor y se nota que cuida cada detalle. además, está en una ubicación perfecta para conocer la ciudad.

el acceso al parking es incómodo y está un poco lejos, lo que complica llevar las maletas. a veces es complicado encontrar el hotel, las indicaciones podrían mejorar.

una experiencia mágica en un hotel acogedor, con un desayuno de ensueño en una terraza impresionante

Qué increíble lugar! Las habitaciones son amplias y decoradas con gusto, con una ducha de ensueño. El ambiente es tan acogedor y tranquilo, perfecto para relajarse. La terraza del desayuno tiene unas vistas fenomenales que te dejan sin aliento. Además, el dueño es super amable y atento, siempre pendiente de los detalles. Definitivamente, volveré pronto.

El desayuno en la terraza con vistas es realmente encantador, creando un ambiente perfecto para empezar el día.

El acceso al parking es incómodo, ya que se encuentra a una cierta distancia del hotel, lo que dificulta el traslado de las maletas.

Recomiendo pedir café de alta calidad en el desayuno, es una delicia que no se pueden perder. Las habitaciones son amplias y decoradas con buen gusto.

El hotel es realmente extraordinario, con una decoración elegante y moderna. La habitación tiene un tamaño increíble y la cama es extremadamente cómoda, garantizando un sueño reparador. Roland, el anfitrión, se encarga de cada detalle, y el desayuno es simplemente perfecto, servido en un comedor iluminado y acogedor.

Nada, todo fue perfecto.

Desayuno espectacular en terraza ideal.

Nada me sorprende de este hotel nuevo. El estacionamiento es una pesadilla, lejos y complicado. La habitación se siente cerrada, aunque intentan hacerla acogedora. Casi les dejo una buena crítica, hasta que noté que no me ofrecieron un trato especial por ser quien soy. Decepcionante realmente.

El servicio fue realmente amable y personalizado.

El acceso a la habitación no fue tan accesible como esperábamos. Las ventanas no se podían abrir fácilmente, lo que hizo que la habitación se sintiera un poco cerrada. A pesar de ser nuevo, el hotel podría beneficiarse de una atención más detallada en los servicios de habitaciones.

Desayuno en la terraza con vistas

Me desperté con el aroma del café recién hecho y disfruté de un desayuno espectacular en la terraza, rodeado de un ambiente acogedor y vistas maravillosas. Roland, el anfitrión, se ocupó de cada detalle.

Quizás el acceso al parking podría mejorar, ya que es algo alejado del hotel y puede ser complicado con maletas, pero no afectó gravemente mi experiencia.

Las habitaciones son increíblemente amplias, lo que te da una sensación de libertad. Además, la terraza del desayuno ofrece un ambiente realmente agradable para comenzar el día, con vistas que te dejan impresionado.

El acceso al parking es complicado y está bastante alejado, lo que puede ser un inconveniente al trasladar maletas. Además, el hotel es un poco difícil de encontrar. las indicaciones que recibimos no fueron muy útiles. Igualmente, la forma de efectuar los pagos a través de un terminal en un ordenador no es la más conveniente, y podría ser mejor con un método más tradicional.

La experiencia fue maravillosa. El desayuno, servido en una terraza con vistas impresionantes, fue uno de los momentos más destacados del día. La calidad de la cama y el ambiente elegante y tranquilo de la habitación hicieron que mi descanso fuera perfecto. Además, la amabilidad de Roland, quien siempre estaba atento a los detalles, hizo que nuestra estancia fuera aún más especial.

Me alojé en el Art Hotel House One y la experiencia fue muy buena. Las habitaciones son amplias y decoradas con estilo, lo que realmente aporta a la comodidad de la estancia. La cama era increíblemente cómoda, lo que me permitió descansar bien. El anfitrión, Roland, se encargó de cada detalle y siempre estaba disponible para ayudar. El desayuno en la terraza fue uno de los momentos más destacados, con productos frescos y deliciosos, además de unas vistas espectaculares. Sin embargo, hubo algunas molestias. El acceso al parking es un poco complicado y está bastante lejos, lo que hizo que cargar las maletas resultara incómodo. Además, encontrar el hotel fue algo difícil debido a las indicaciones que recibí, que no fueron muy útiles. El método de pago a través de un terminal en un ordenador también me resultó incómodo, ya que causó problemas con mis tarjetas. A pesar de estos inconvenientes, la experiencia fue placentera y recomendaría el hotel.

Ubicación excelente, pero el pago en el ordenador complicó mi experiencia.